image/svg+xmlLA CAMBUSA, EL CENTRODEL ABASTECIMIENTO A BORDO.en varios dulces regionales) y una bebida refrescante, la posca, que se obtenía hirviendo una mezcla de agua y vinagre con hierbas aromáticas. Para sazonar los alimentos no faltaba nunca el garum, la salsa hecha con tripas de pescado que se dejan macerar durante meses.En la Edad Media se introdujeron utensilios que permitían cocinar a bordo como hornos, ollas y sartenes. En la dieta de la tripulación nunca faltaba el ajo, racionado o utilizado en los platos para combatir las infecciones. Parece que el pesto genovés nació precisamente navegando.Durante los siglos siguientes la gambuza adquiere cada vez más un aspecto importante en la organización de la navegación, que empieza a impulsarse cada vez más lejos para descubrir nuevos mercados.Así se establecieron la cantidad y variedad de los alimentos, para evitar también la aparición del temido escorbuto, consecuencia de una dieta demasiado rica en proteínas y carbohidratos.¿Cuál era, por ejemplo, la alimentación a bordo de los buques en la época de Cristóbal Colón, durante las expediciones financiadas y apoyadas por los reyes de España, Fernando e Isabel de Castilla? El alimento principal de la gambuza eran sin duda las galletas o “biscotti”, como las llamaba el mismo Colón, preparadas con harina, agua y levadura. Pesaban poco, se podían guardar y conservar durante mucho tiempo cómodamente, tanto que, en 1821, se han encontrado galletas de 1669 perfectamente conservadas. Los marineros normalmente las comían mojadas con un poco de agua o aceite, o bien junto con otros alimentos, como cecina de cerdo, alubias o verdura y, en algunos casos, queso.Sin embargo el principal problema de la gambuza sigue siendo el de la conservación de los alimentos que resolverá Napoleón ofreciendo un premio de 12.000 francos a quien encontrara la forma de conservar los alimentos durante las largas batallas.El ganador de la importante suma fue un pastelero francés, Nicolas Appert, que descubrió la conservación hermética en 1809 que dio lugar a la primera fábrica de latas.En el siglo XIX la gambuza cambia debido a la introducción de las cocinas modernas y el frigorífico y ¡dónde va a parar el efecto sobre la moral de los marineros de un buen plato recién sacado del horno!El arte de navegar es tan antiguo como el ser humano y el oficio del proveedor naval se desarrolla con el aumento del tráfico a través de las épocas y la historia de la navegación.El término cambusa, gambuza en español, deriva del holandés kombuis que significa "cocina de la nave, sala de calderas”. En la actualidad indica el lugar donde se conservan los alimentos.Desde siempre la selección de la comida en cualquier embarcación es uno de los aspectos más importantes para la salud y la moral de la tripulación y los pasajeros. Por lo tanto la gambuzase tiene que organizar y gestionar bien y desde hace siglos es un elemento de valor: una cantidad y variedad correctas de alimentos para garantizar una dieta variada y equilibrada y una seleccionada calidad de los productos.Lo sabían perfectamente los panaderos venecianos en la época de las Repúblicas Marineras que estaban sometidas a controles estrictos por parte de los tribunales acerca de la producción y distribución de las galletas que servían para la alimentación de los buques. Repasemos de forma resumida la historia de la gambuza y los alimentos que tomaban los marineros de la antigüedad.El primero que habló de pan de los marineros, panis nauticus, fue Plinio, pero hay documentos mucho más antiguos (3000 a.C.) donde la carne de carnero, el queso de cabra, el pescado, la focaccia, la miel, la verdura e incluso la cerveza formaban parte de la gambuza de los marineros.Los griegos utilizaban técnicas específicas para cultivar plantas a bordo y los egipcios descubrieron el uso de la sal para conservar el pescado.Los romanos tenían a bordo, además del panis nauticus, distintos alimentos como sopas, quesos de untar de hierbas, pan tostado, la sapa (un edulcorante a base de arrope y miel que aún hoy se utiliza
image/svg+xmlen varios dulces regionales) y una bebida refrescante, la posca, que se obtenía hirviendo una mezcla de agua y vinagre con hierbas aromáticas. Para sazonar los alimentos no faltaba nunca el garum, la salsa hecha con tripas de pescado que se dejan macerar durante meses.En la Edad Media se introdujeron utensilios que permitían cocinar a bordo como hornos, ollas y sartenes. En la dieta de la tripulación nunca faltaba el ajo, racionado o utilizado en los platos para combatir las infecciones. Parece que el pesto genovés nació precisamente navegando.Durante los siglos siguientes la gambuza adquiere cada vez más un aspecto importante en la organización de la navegación, que empieza a impulsarse cada vez más lejos para descubrir nuevos mercados.Así se establecieron la cantidad y variedad de los alimentos, para evitar también la aparición del temido escorbuto, consecuencia de una dieta demasiado rica en proteínas y carbohidratos.¿Cuál era, por ejemplo, la alimentación a bordo de los buques en la época de Cristóbal Colón, durante las expediciones financiadas y apoyadas por los reyes de España, Fernando e Isabel de Castilla? El alimento principal de la gambuza eran sin duda las galletas o “biscotti”, como las llamaba el mismo Colón, preparadas con harina, agua y levadura. Pesaban poco, se podían guardar y conservar durante mucho tiempo cómodamente, tanto que, en 1821, se han encontrado galletas de 1669 perfectamente conservadas. Los marineros normalmente las comían mojadas con un poco de agua o aceite, o bien junto con otros alimentos, como cecina de cerdo, alubias o verdura y, en algunos casos, queso.Sin embargo el principal problema de la gambuza sigue siendo el de la conservación de los alimentos que resolverá Napoleón ofreciendo un premio de 12.000 francos a quien encontrara la forma de conservar los alimentos durante las largas batallas.El ganador de la importante suma fue un pastelero francés, Nicolas Appert, que descubrió la conservación hermética en 1809 que dio lugar a la primera fábrica de latas.En el siglo XIX la gambuza cambia debido a la introducción de las cocinas modernas y el frigorífico y ¡dónde va a parar el efecto sobre la moral de los marineros de un buen plato recién sacado del horno!El arte de navegar es tan antiguo como el ser humano y el oficio del proveedor naval se desarrolla con el aumento del tráfico a través de las épocas y la historia de la navegación.El término cambusa, gambuza en español, deriva del holandés kombuis que significa "cocina de la nave, sala de calderas”. En la actualidad indica el lugar donde se conservan los alimentos.Desde siempre la selección de la comida en cualquier embarcación es uno de los aspectos más importantes para la salud y la moral de la tripulación y los pasajeros. Por lo tanto la gambuzase tiene que organizar y gestionar bien y desde hace siglos es un elemento de valor: una cantidad y variedad correctas de alimentos para garantizar una dieta variada y equilibrada y una seleccionada calidad de los productos.Lo sabían perfectamente los panaderos venecianos en la época de las Repúblicas Marineras que estaban sometidas a controles estrictos por parte de los tribunales acerca de la producción y distribución de las galletas que servían para la alimentación de los buques. Repasemos de forma resumida la historia de la gambuza y los alimentos que tomaban los marineros de la antigüedad.El primero que habló de pan de los marineros, panis nauticus, fue Plinio, pero hay documentos mucho más antiguos (3000 a.C.) donde la carne de carnero, el queso de cabra, el pescado, la focaccia, la miel, la verdura e incluso la cerveza formaban parte de la gambuza de los marineros.Los griegos utilizaban técnicas específicas para cultivar plantas a bordo y los egipcios descubrieron el uso de la sal para conservar el pescado.Los romanos tenían a bordo, además del panis nauticus, distintos alimentos como sopas, quesos de untar de hierbas, pan tostado, la sapa (un edulcorante a base de arrope y miel que aún hoy se utiliza